DETRÁS DEL TREN
Sobre mí
Soy venezolana y periodista. Lo primero que aprendí a leer, gracias a mi abuela, fueron los titulares de los periódicos. Amo el olor de los libros usados. Amo el fútbol: he llorado, he reído y he amado a través de los partidos de la Vinotinto y del Caracas Fútbol Club.
Cuando vivía en Caracas miraba siempre hacia El Ávila. Literalmente, la misma montaña que vi cada mañana al despertarme durante más de 25 años. Aquí, en Gotemburgo, miro siempre hacia las ventanas de las casas o de los apartamentos. Siempre me han gustado los ventanales grandes: ser testigo, desde afuera, de la cotidianidad de la gente. Y aquí sobran ventanas grandes para devorar.
Trabajé durante seis maravillosos años en el Diario El Universal como periodista de cultura y arte. Luego, trabajé por dos años como periodista en El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, en donde hallé, no solo al hombre que roba los latidos de mi corazón, sino también muchas historias que robaron mis lágrimas, mis risas y varias, muchas, horas frente a una computadora.